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martes, 10 de enero de 2012

Oh si... Manten el Control y la Calma Cariño (parte 1)

Llegue lo más rápido que pude a la casa, mi respiración estaba acelerada y mi corazón latía rápidamente, quería detenerlo y calmarme, pero con el simple hecho de recordar lo que había estado a punto de hacer, hacía que estos siguieran así.- Va-¡Valerie! - llame estando aun recargada sobre la puerta.- Valerie.- volví a llamar pero no hubo respuesta-maldición, cuando ahora la necesitaba, no se encontraba en la casa. Fantástico.

Comencé a caminar de un lado a otro por toda la sala. Mire el reloj y maldije, todavía faltaban unas 5 horas para que Eric regresara del hospital-yo no podía esperar, necesitaba hablar con él. Me di cuenta que estaba mordiendo las unas por lo nerviosa que estaba- ¡yo nunca me mordía las uñas! Sabía que no era bueno estar aquí encerrada y esperar a que Eric llegara, la única manera de ir hasta él era….en coche-oh demonios-pensé. Trague un poco y mire hacia donde se encontraban las llaves del coche; no era buena idea tomarlo-aparte por el simple hecho que apenas estaba aprendiendo a conducir-Eric lo había comprado no hace más de un mes- yo + coche nuevo + al estar al borde de una crisis nerviosa-era claro que no era buena combinación- pero oh diablos, si lo estrellaba tenía que rezar para que Eric me perdonara, ahora lo que estaba pasando era muy importante.

Deje mi “pequeño” debate moral-mental-sobre tomar el auto nuevo de mi prometido, y fui hacia donde estaban colgadas las llaves y las tome. Al estar dentro del auto respire honde y me dije a mi misma que podía hacerlo, ya había superado mi fobia a los autos-bueno más o menos-gracias a me control mental y obligándome a ya no temerles; conté hasta tres y lo encendí, con mi mano aun temblando apreté tome el control para abrir el garaje, estando este abierto, acelere y me dirigí hacia el hospital.

Gracias a dios no me Salí del camino, ni choque con un árbol- ciervo -o transeúnte- y eso fue lo mejor que me pudo pasar en este día. Me estacione con sumo cuidado y Salí del coche casi corriendo-ignorando a los doctores y enfermeros que se me quedaban viendo detenidamente que estaban haciendo sentir más incómoda-me dirigí hacia la recepción donde se encontraba una recepcionista de cabello negro que parecía estar en sus 40.

-Buenas tardes.- me saludo amablemente

-Buenas tardes.- trate de sonreír también y disimular mi nerviosismo.-estoy buscando al doctor Eric Droesreh.-le dije a la recepcionista

-¿Quién lo busca y porque motivo? -pregunto mientras me miraba meticulosamente

-Dígale que lo busca su prometida y que es importante.- conteste.

 La recepcionista le hecho un vistazo un a su computadora para luego mirame  -Lo siento, pero este momento el doctor Droesreh se encuentra dándole el recorrido a los residentes, por lo que le sugiero que espere.- me indico los sillones que estaban no muy lejos de ahí.

No podía esperar, por lo que mire directamente a los ojos de la recepcionista y espere hasta que ella viera los míos.-yo necesito ver al doctor Droesreh.- comencé a decirle impaciente-sabía que no era buena idea usar mi poder en ella pero estaba desesperada-mi voz se estaba distorsionando un poco por lo que significaba que estaba surtiendo efecto.-Escucha bien. Tomaras ese teléfono y le llamaras al doctor Droesreh, diciendo que su prometida lo busca y que es de suma importancia.-comencé a sentir una extraña energía que me recorría por todo el cuerpo -en especial cuando miraba a esa humana, haciéndome sentir genial.- Cuando hayas terminado…-me detuve al ver la pequeña vena que sobresalía de su yugular-era tan apetitosa que me pase la lengua por los labios intentado imaginar cómo sabría la sangre de esa mujer ¿Cuánto tiempo me tomaría alejarla de esa mostrador y llevarla a lugar apartado? ¿Alguien se daría cuenta de que no estaba? ¿Y cuánto tiempo me llevara desangrarla hasta la muerte?.- Ahora…

-¿Violet? – una voz conocida detrás de mí me saco de mi serio-retorcido-pensamiento sobre almorzarme a esa adorable recepcionista, así perdiendo el control sobre la mujer. Me voltee algo molesta y vi a Carlisle.

-Hola Carlisle.- lo salude. Le dirigí una mirada de soslayo a la recepcionista que se veía algo confundida; internamente quería arrancarle la cabeza a Carlisle por hacerme perder a mi presa…ay por dios ¿mi presa?-temblé por la simple mención ¿acaso había estado considerando almorzarme a esa humana? Esto estaba mal, esto está realmente muuuyyy mal

-¿Violet te encuentras bien? –pregunto algo preocupado

-¿Qué?...ah, sí. Lo siento, me distraje un poco.- sonríe, sonríe- me dije casi conteniendo el aire ya que el olor a sangre comenzo a invadir todo el lugar

-Que está haciendo aquí hija.-

-Oh…bueno, solo…yo...ya sabes, quise visitar a Eric y traerle su almuerzo.-me mordí los labios cuando dije “almuerzo”. Carlisle se me quedo observando por un segundo como si quisiera decirme algo, hasta que luego comprendí.- y...al parecer no lo traje jejeje, soy una tonta, por lo visto hoy estoy muy despistada.- sonríe, sonríe.-me recordé

Increíble, el parecía creerse mi estúpida mentira, que era obvio que ni si quiera un niño se lo creería pero Carlisle lo hizo...o eso hizo parecer.- creo que el asunto de la boda siempre hace este tipo de cosas.- puso su mano sobre su hombro palmeandolo cariñosamente mientra sonriendo. Me sentía mal al mentirle.- Creo que Eric está ocupado, pero yo le diré que lo estás buscando.- se ofreció

-Oh, no. No hace falta que lo hagas.-hice un gesto negativo con la cabeza.- ya le pedí a la recepcionista que lo llamara.- le di una pequeña mirada a la mujer que por lo visto aún se notaba algo confundida>hazlo< le ordene mentalmente, haciendo que ella rápidamente me mirara y luego tomara el teléfono.- ¿lo ves? Esta listo, no te preocupes por mí, no quiero distraerte más de tu trabajo.- ahora lárgate y déjanos en paz.- dijo gruñendo de repente esta maldita voz en mi mente y en algo tenía razón

-Si quieres me quedo contigo a esperar a Eric.- insistió

-No hace falta.- volví a sonreírle.-no quiero molestarte. Ve a hacer tu trabajo Carlisle.-volví a sentir como esa extraña fuerza recorría de nuevo mi cuerpo cuando le hablaba a Carlisle; esta se sentía tan bien que quería seguir.- vuelve a tu oficina o a cualquier otro lugar donde te necesiten y olvidaras el haberme visto hoy, nunca nos encontramos en la recepción, así que márchate y déjame en paz.- le ordene. Carlisle parpadeo confundido, dio la vuelta y se dirigió hacia su oficina o sepa que otro lugar.- muy bien chica, lo estás haciendo muy bien.- dijo de nuevo esa voz en mi interior.- te gusta el poder que fluye dentro de ti en estos momento, lo mejor vendrá cuando drenes a esa humana.-voltee hacia la mujer que tenía la vista clavada en sus computadora, considerando la oferta de aquella voz.- sé que la deseas, al igual que a esos tiernos y jugosos bebes.- en ese instante recapacite sobre lo que estaba sucediendo, me aleje de aquella recepción o de cualquier humano ya que el olor a sangre se intensificaba cada vez de respiraba.

>oh,  esto no, no puede estar sucediendo>.-me dije mientras daba media vuelta y me dirigía hacia la salida, ya no quería ver a Eric, solo quería alejarme de ese lugar.- <oh si, chica. Está pasando <.- se burló aquella voz <

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