Followers

domingo, 12 de febrero de 2012

Genial.....Salvada por un patán (parte 2)

Me forcé de nuevo para salir de esa oscuridad y a abrir los ojos, siendo una fuerte luz lo primero que veía, poco a poco la imagen, del rostro de una persona se comenzó a ser algo clara, pero aun así estaba demasiado débil para ver con claridad.

-No es bueno dejar a los niños pequeños solos en casa….mucho menos cuando estos son cabezas de zanahorias muy nerviosos.- dijo una voz masculina-irritante-pero algo familiar

-hugh… ¿Quién eres? -pude articular débilmente. Sentí algo de calidez cuando ese persona me tenía sujeta por lo que me aferre a su camiseta, recargando mi cabeza sobre su pecho.

-Vamos pecas…-ese apodo ¿de dónde lo conocía y esa voz? –Tienes que mantenerte despierta…-quería hacerle caso (tambien decirle que dejara de llmarme de esa forma) pero ya no tenía fuerza. A lo lejos podía escuchar el gran estruendo que causaba el fuego en la casa, trate de mirar un poco rumbo a la casa pero el humo se había expandido por los alrededores.

 Entrecerré mis ojos para poder ver mejor la casa, cuando por fin pude hacerlo me quede en shock al ver como esta, estaba envuelta en llamas, quería detenerlo, era mi culpa que la casa de Eric se estuviera incendiando. Quise hacer algo pero aquel hombre me sujeto fuertemente impidiéndome que me moviera.- No te esfuerces demasiado pecas.-dijo susurrando a mi oído.

Ahora lo sabía. Por fin poder recordar de quien era esa condenada voz que se me hacía tan familiar. Eso no podía ser posible; abrí los ojos como plato cuando supe de quien se trataba ¿Qué estaba haciendo aquí? - ¿Tristán? -pregunte confundida ¿realmente me había salvado la vida?

-Así es pecas, soy yo.- puse distinguí una pequeña sonrisa curvándose en sus labios

-¿Qué estás haciendo aquí?

  -¿Esa es la forma de agradecerle a tu caballero de armadura dorada, después de salvar a la pecosa damisela en apuros? –Chasqueo la lengua, negando con la cabeza algo divertido.- Creo que hay que enseñarles buenos modales señorita piromaniaca.-

-Idiota….-tosí. Inconscientemente recargue mi cabeza sobre su fuerte pecho. Grandioso. El maldito era cómodo.

-Aun estando al borde la muerte, todavía desprendes ese lindo sentimiento de odio hacia mí, pequeña.

-Deja ya de……-Tosí de nuevo pero esta vez con mayor énfasis. Tape mi boca con la mano pero para mí horror esta estaba cubierta de sangre. Yo estaba tosiendo sangre. Un frio glaciar se apodero de mi cuerpo causando que me comenzara convulsionar. Me faltaba el aire abruptamente haciendo que mi pecho doliera horriblemente; sentía como si miles de agujas hirviendo estuvieran atravesando mi piel.

- ¿Enserio creíste que te librarías tan fácilmente de mí? ¿Crees que porque alguien te salvo no tomare ventaja de esto? –Pregunto verdaderamente molesta la voz de la otra Violet.- Se suponía que yo podría regresar cuando estuvieras inconsciente y débil…ella me lo prometió.- el tono de su voz iba cada vez más cargado de ira y frustración.- ¿sientes eso maldita? No es nada comparado a lo que estas por pasar.-

-¿Pecas? –Pregunto Tristán ahora algo preocupado.- ¡Demonios! –maldijo. Me recostó en el suelo mientras yo me retorcía de dolor-me mordí el labio inferir con fuerza para no gritar, aunque quería hacerlo-sujetándome con más fuerza a el.-

-Te…tengo frio.- me queje (aunque podría jurar que estaba sudando). Tristán se apartó por un momento de mí, pero por increíble que pareciera yo no lo quería.- No.- le pedí sujetando con fuerza su muñeca.- No te vayas.- le pedí musitando de dolor.-

Sentí sus manos sobre mi rostro-estas eran tan cálidas y firmes- se acercó a mi rostro casi pudiendo sentir su aliento sobre el mío.- Shhh. Tranquila pecas, solo me quitare mi chaqueta para taparte.- me explico. Ahora ya no había burla en su voz en cambio solo había preocupación

Cerré los ojos aun retorciéndome. Solté un pequeño gemido de dolor cuando Tristán me toco para ponerme.- No...No-No puedo respirar.- abrí de nuevo los ojos, esta vez lo mire directamente a los suyos. Me era difícil respirar y mi vista se estaba nublando de nuevo, no sabía cuánto tiempo podía aguantar esta agonía.- para por favor.- le suplique mentalmente a la otra Violet.- detente.-

-Ni lo creas estúpida. Ella me lo había prometido….-

Ya no tenía fuerzas para luchar, mi agarre a la muñeca de Tristán cada vez se fue disminuyendo.- Oh no. No, no ¡pecas! Mírame pecas.- tomo mis rostro firmemente para que lo mirara.- no cierres los ojos ¿me escuchaste?, pronto vendrá la ayuda ¡diablos! - se podía escuchar la angustia en su voz. Nunca lo había escuchado de esa manera frente a mí, bueno….si consideráramos la forma en la que normalmente nos hablábamos o comportábamos cuando estábamos cerca, todo esto era…extraño ¿Por qué se preocupaba por mí para empezar?

-Duele….-solloce.- respirar…no…puedo.- ya no veía su rostro ni esa cegadora luz, solo la oscuridad de nuevo. Un frio aire comenzó a pasar por mi garganta, llegando después hasta mis pulmones, creando una especie de alivio. Fue más de una vez que sentí ese aire llenándome.

Luche para abrir mis parpados y para mi sorpresa-totalmente- vi como Tristán se inclinaba hacia mí para darme respiración de boca en boca y presionando mi pecho dándome un RCP. En otras circunstancias lo habría alejado con un puñetazo o un puntapié en la ingle por tal atrevimiento (el poner su boca sobre la mía o el tener sus manos sobre mi pecho) sobre todo el tener sus manos sobre mi, pero el desgraciado-que ahora no lo era tanto- me estaba salvando la vida ¿Cuándo se había torcido el mundo?

-Vamos pecas, reacciona.- volvió a poner su boca contra la mía.- No vayas hacia la maldita luz ¿me escuchaste? Maldita sea, será mejor que deje ser salvavidas y te lleve con tu familia de doctores.- Me tomo de nuevo en sus brazos con delicadeza; yo ya no me movía ya que si lo hacía, era probable que otra espantosa punzada me atravesara.- Quédate conmigo pecas.- escuchaba ya lejana su voz, era casi un susurro.- Ella estará molesta…. Merliah no me lo perdonara….ni yo lo hare…vamos. Vamos pecas, sé que tú puedes aguantar. Tu puedes Violet. No me dejes.-quise abrir mis ojos después de haber escuchado la forma en que me pedía que me quedara-en especial sobre que al fin decía mi nombre.

Ya no pude escuchar mas ya que me había sumergido de nuevo en aquella fea oscuridad, mi único pensamiento era sobre lo que había escuchado decir a Tristán. Eso no era posible, solo era una estúpida creación de mi imaginación ¿el preocupándose por mi bienestar? Nah…solo había imaginado todo. Si eso había sido. Yo aún estaba dentro de mi habitación inconsciente e imaginando todo esto a causa del humo. Sí, eso era.

0 mordeduras:

Publicar un comentario