Solo Dime Algo (parte 2)

Tristán POV

Mire de nuevo la ciudad que comenzaba a oscurecerse por la puesta de sol-siendo rápidamente iluminada por varia luces- por la enorme ventaba que tenía frete a mí. Sentí como mi celular empezó a vibrar; lo saque de mi bolcillo del pantalón y solté una pequeña maldición al ver de quien era el número.

-Estas marcando al número de galán más sensual de todos.-respondí. Mi voz sonaba algo aburrida.- por el momento no estoy disponible, pero si quieres tener una noche de locura, deja tu mensaje después del tono bip.-

-Que gracioso Tristán, ya te estoy echando de menos.-sonó la cantarina voz de Merliah al otro lado de la línea.- bueno, a decir verdad nop, no te estoy echando para nada de menos

-Yo también me alegro de escuchar tu tierna y dulce voz Liah, justamente estaba pensando en marcarte para….

-Mentiroso.- me interrumpió- rayos, a veces esa niña me daba miedo con algunas de pequeñas palabras que me decía.-deja de parlotear y déjame hablar tristi-

-Está bien.- me senté en el enorme sofá de cuero que se encontraba a mi lado.- y por favor Liah-ya te he dicho que no me digas de esa manera.- le pedí

-¿Qué te pasa tristi?, noto que no te encuentras de buen humor-bueno a decir verdad ¿Cuándo te encuentras de buen humor tú? –se burló-típico de ella-a veces creía que lo hacía adrede para enojarme mas

-Ve al grano Liah y dime para que me marcaste.-

-Solo te marque para saber si ya habías llegado e instalado.- dijo

-Eh...Liah, tú ves el futuro, no entiendo.-

-Si ya sabía que lo harías, pero de todas maneras quería hablar contigo.-

-Vaya, pero que considerada.-

-Tristán. Por favor no empieces.-

-Está bien. Pero dime una cosa primero.-

-¿Qué cosa? -¿Por qué me pediste que viniera aquí?

-Porque tú eres el único capaz de ayudarla cuando sea necesario.-

-Si Liah, ya sé que soy genial y el mejor en todo, pero también esta Richard, que es igual de fuerte y….tiene mucho más paciencia de lo que yo llegare a tener. Acéptalo Liah él es el indicado para esta tarea.-

-Si tienes algo de razón. Richard no me tienta cada 5 minutos a golpearlo, cosa que tú normalmente haces.

-Hey pero al menos te divierto no lo niegues.-

-Como sea. Te lo pedí a ti, porque gracias a tu don, tu puedes detectar el peligro antes de que este llegue.-me explico-diablos, odiaba cuando ella tenía razón en algo.-he visto su futuro de nuevo y cada vez va empeorando y eso me preocupa.- al decirle me quede un momento en silencio ¿de verdad ella estaba en peligro? Bueno, aparte de parecerse a la difunta esposa de Marco, no veía que más seria.

-¿Por qué te preocupas tanto por esa chica? –le pregunte, pero ya sabía la respuesta

-Esa chica ha sufrido mucho y por lo que he visto sufrirá mucho más-y además me agrada mucho, es una joven muy gentil y no se merece pasar por eso, no después de lo que le ha pasado gracias a lo que le hizo el tonto de tu hermano.

-Por cierto.-la interrumpí.- ¿Qué fue lo que hizo el cabeza hueca de mi hermanito?, nunca has llegado a contármelo.

-Y no lo hare, porque eso no es de tu incumbencia, lo que a ti te debe de importar en este momento es el hacer lo que te pedí ¿entendido?

Chasque un poco la lengua.- Ok, lo hare.-acepte.- pero me vas a deber una muy buena Liah ¿escuchaste?

-Si lo que tu digas. Aunque estoy más que segura que te gustara estar ahí.- no entendí –ni me gustaba-para nada lo que me estaba insinuando

-¿De qué diablos estás hablando Liah?

-De nada tristi, yo sola me entiendo, bueno ya me tengo que ir….

-Ya te dije que no me llamaras así. Eso era cuando tenía 10 y ahora tengo más de 500 años.- le señale molesto.- ya soy un hombre

-Cariño- para mi tu siempre vas a ser ese pequeño niño asustadizo con mejillas rosadas y que le temía a las arañas.- vaya a esa niña sí que le encantaba molestarme

-Argh será mejor que me vaya.- termine la llamada -sin esperar a que ella me contestara- tirando el celular al otro lado de sofá. Me pare de este y me dirigí de nuevo hacia la ventana en donde me recargue un poco sobre esta para mirar de nuevo la ciudad.

Oh rayos, esto va a ser tan aburrido.-pensé. Odiaba tener que convertirme en la niñera de alguien en especial si ese alguien era cabeza de zanahoria. Aunque tal vez no sea tan mal despues de todo.